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Deuda. Llaryora dio el primer paso para el cambio de estrategia
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Con la última licitación de $ 120 mil millones, la Provincia de Córdoba apunta a ir cambiando de dólares a pesos, poco a poco, la denominación del pasivo que tomaron De la Sota y Schiaretti.
La estrategia de financiamiento de los anteriores gobernadores de Córdoba, con Osvaldo Giordano timoneando la economía, pasaba por los grandes títulos en dólares que inyectaron un fuerte caudal de dinero duro listo para engrosar las cuentas, junto con el superávit primario.
Las administraciones de Juan Schiaretti y de José Manuel de la Sota se lanzaron, a su tiempo, a la búsqueda de grandes inversores con tentadores bonos internacionales que –luego– se fueron canjeando por otros con vencimientos a mayores plazos.
La idea, si se analiza desde el punto de vista del resultado en obra pública, funcionó. Se podrá discutir si todos los proyectos eran los que la Provincia realmente necesitaba (el Faro es el más emblemático), pero huelga decir que la mayoría de esos trabajos fueron clave para la alternancia de los dos caudillos del PJ en el Centro Cívico.
La oposición, por izquierda y por derecha, criticó siempre la estrategia de tener una deuda casi completamente dolarizada en un país con constante tensión cambiaria.
Más que marketing
“Eran otros tiempos, era otra la historia”. Con la frase de una vieja publicidad de Quilmes, un exfuncionario schiarettista describió la decisión de financiar al Estado provincial con bonos en dólares. “Había crisis, pero nada comparado con la situación que comenzó a verse en 2018, se agravó después de la pandemia y explotó ahora. Era la única forma para hacer esas obras viales, acueductos, gasoductos, y la relación baja de los vencimientos respecto de los ingresos siempre se mantuvo”, agregó.
Pero el contexto cambió y la idea del actual Ministerio de Economía y Gestión Pública que conduce Guillermo Acosta, que en el inicio de la gestión de Martín Llaryora era ir por un nuevo bono o por reperfilar los vencimientos de los títulos actuales, ahora apunta en otro sentido.
“Por ahora, vamos a ir por este camino, no está el mercado para otra cosa. Poco a poco, vamos a ir cambiando la denominación de la deuda, de dólares a pesos”, explicaron desde el Centro Cívico la semana pasada, horas después de haber garantizado la situación financiera provincial por, al menos, los próximos meses.
Fue tras conseguir $ 120 mil millones con un título en pesos a 36 meses ajustado por inflación. Como estaba previsto, inicialmente se hizo por un monto total de $ 80 mil millones, pero debido a la alta demanda, con órdenes recibidas por más de $ 220 mil millones, se amplió la emisión hasta los $ 120 mil millones. Los intereses serán pagados en forma semestral y el capital se amortizará en dos cuotas, la primera por el 25% en el mes 30 y el 75% restante al vencimiento.
En total, la Provincia espera colocar $ 350 mil millones en títulos (incluyendo los $ 120 mil millones ya licitados) y $ 150 mil millones más en letras. Para esto último, sólo resta conseguir algunos avales de la Nación que ya están avanzados.
Las letras fueron una herramienta muy habitual en la administración del sanfrancisqueño en la Ciudad de Córdoba, donde también lo acompañó Acosta en Economía. En la Provincia, aún no han usado esa carta, a pesar de haber hecho la reserva en el Presupuesto 2024. Será la alternativa que buscarán a la hora de cubrir necesidades de caja.
Objetivos
Con todo ese capital, equivalentes a unos U$S 552 millones (a precio oficial), Llaryora espera afrontar un discreto plan de obras y liberar presión para compensar la caída en la recaudación e ir pagando los vencimientos de los títulos en dólares de los próximos meses. “Los pagos de junio están absolutamente garantizados”, dijeron desde el Panal, confirmando que “de ningún modo” es intención de la Provincia reestructurar la deuda, lo que supone cambios de las condiciones para los tenedores, en plazos y tasas.
Si bien hasta febrero la probabilidad más alta era en colocar un nuevo título internacional; esa idea, al menos por ahora, está desactivada.
En 2024, Llaryora enfrenta vencimientos de intereses y de capital por U$S 488 millones. En junio debe pagar U$S 159,06 millones y en diciembre una cifra similar. En julio, en tanto, tiene un vencimiento de intereses de U$S 11,54 millones, y otro de U$S 15,68 millones.
El núcleo de la deuda de Córdoba está compuesta por cuatro bonos en dólares que suponen el 80% del pasivo en moneda extranjera. El resto son euros y dinares kuwaitíes tomados con organismos multilaterales para obras específicas, especialmente hospitales y acueductos.
Hasta antes del nuevo título en pesos, menos del 2% del pasivo estaba nominado en instrumentos atados a la moneda local.
Más allá del aumento en la coparticipación de mayo (algo coyuntural derivado del vencimiento de Ganancias para personas jurídicas), en el Panal están preocupados por la situación económica de los próximos meses. Según se sabe, Llaryora participó de una reunión de la que participaron los altos mandos de todos los ministerios y los responsables de las cajas chicas de cada uno. La directiva fue: “Que no nos pase lo de los autos de Seguridad, nada de compras de vehículos por estos días, van a bajar, sólo lo estrictamente necesario”.